Nube y Agua

Nube y Agua
El desapego de las nubes...la humildad del agua

martes, 19 de marzo de 2019

A pocos días de la primavera


   Con esa rapidez con que todo se sucede a ciertas edades, ha pasado el invierno y la primavera se adivina ya a la vuelta de la esquina, suponiendo que el tiempo tenga esquinas. 
   Con los años, disfruto intensamente todas las estaciones. El invierno a pesar de sus días fríos y cortos, de sus temporales, tiene para mi cada vez más encantos. Pasear por el campo, donde la naturaleza está como recogida, ganando fuerzas para explotar en la primavera, esos árboles sin hojas, sobrios, sin nada que ocultar. Caminar por la alfombra de hojas que cayeron en otoño, con ese solecillo que ya empieza a calentar o al menos mitigar el viento frío del norte, con ese silencio que los pájaros no rompen, sino decoran...
   Qué decir de la floración sucesiva en función de la especie,  de la altura o latitud. Ver cómo se abren las flores, cómo zumban los "bichópteros alados" en torno a ellas y cómo el viento se lleva en su momento los pétalos volando... 
   Todo se está permanentemente transformando, incluso lo que no nos lo parece y el ciclo de las estaciones, es una forma muy efectiva de hacerlo patente...
   Invierno, te voy a echar de menos...



Puesta de sol.
Caminar por el bosque
en silencio











Racha de viento.
del almendro en flor
cae un pétalo




10 comentarios:

  1. Qué tendrá ek tiempo que con su paso nos hacemos más activos en valorar las estaciones. Precioso texto. La naturaleza nos da lecciones siempre de renovación y permanencia

    Fotos muy bonitas. Un abrazo

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    1. Muchas gracias por tus comentarios!
      En mi caso, de forma casi involuntaria, voy disfrutando de lo que llega, evitando tener expectativas. A menos expectativas mayor satisfacción. Pasa algo parecido con los navegadores de los coches, cuando te sales de la ruta recomendada te dice "recalculando" y te crea un nuevo camino.
      Un abrazo
      j

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  2. Hermoso texto y fotos. Es verdad que algo tiene el invierno de "místico". Quizá ese recogimiento al que aludes, un recogimiento que se contagia de alguna manera a nosotros mismos. A pesar de toda esa purpurina urbana que nos envuelve y distrae. Algo en lo profundo de nosotros mismos queda salvaje y al margen de todo eso. Algo inevitablemente conectado con el viento y la lluvia. Tierra que se reconoce en la tierra.

    Un abrazo grande

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    1. Muchas gracias Momiji!
      El hombre lleva siendo urbanita muy poco tiempo comparado con el tiempo que lleva sobre la Tierra. Por mucho que el "progreso" (por llamarlo de alguna forma ) lo envuelva en una burbuja qu lo aisla de la naturaleza, no es tan fácil que dejemos de ser parte de ella.
      Cuando nos despojamos de tanto apéndice con que nos hemos ido rodeando ¿qué queda?. En el invierno, los árboles se quedan en sus troncos y ramas sin hojas que los escondan, algo parecido a nosotros cuando empezamos a quitarnos capas de cebolla. La vuelta a la sobreidad sin artificiosidad, tan necesaria en estos momentos es, para mi, muy semejante al invierno.
      Un abrazo largo
      j

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  3. También me gusta el invierno, quizás porque nací en esa estación y porque viviendo en esta isla tan soleada las oportunidades de disfrutar de la lluvia y la nieve son escasas, y porque cuanto más años cumplo necesito menos cosas para disfrutar de la vida.
    Me ha encantado leer tu reflexión y los haikus que la acompañan.

    Besos ( y felicidades por tu santo aunque con retraso)

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    1. Gracias por tus comentarios y felicitación Leti
      Obviamente echamos de menos lo que no tenemos a mano.A mi me encantaría vivir onde tu vives con todaslas limitaciones que tienen las islas, pero es que la tuya es preciosa y además, como bien dices, cada año que pasa uno se da cuenta de lo poco que necesita para ser feliz...
      Un abrazo largo y buen finde!

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  4. Yo soy de los que siente que la naturaleza es peligrosa, nunca me he sentido a gusto o tranquilo en ella. Me crea inquietud, a pesar de que soy senderista y frecuento la naturaleza. Pero hay algo que me la hace distante y extraña, amenazadora. Me siento más protegido en las creaciones artificiales como un libro o un museo que en la naturaleza que es un libro que no sé leer. Los museos me producen ideas pero la naturaleza no sé qué dice, me desconcierta. Tal vez no diga nada, solo hay que sentirla y observarla, pero me temo que no estoy dotado para ello. Lo digo con pesar, me gustaría ser capaz de sentir la música tanto como la naturaleza, pero no es así. No obstante, tu texto es muy hermoso y lo entiendo, creo entenderlo. Ya sabes que a mí me gustan el otoño y el invierno, y que la primavera y el verano me desequilibran y entristecen.

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    1. No sólo la naturaleza, la vida es peligrosa... En nuestras creaciones artificiales nos sentimos como a salvo, pero creo que es más una sensación que una realidad, aunque efectivamente en nuestro mundo artificial estamos mucho más seguros que nuestros antepasados a la intemperie, como lo demuestra la velocidad a la que la humanidad se ha reproducido a costa , precisamente de esa naturaleza...
      Entiendo que "ca uno es ca uno y tiene sus caunás" Tiene que haber de todo y la uniformidad termina siendo aburrida.
      Un abrazo largo y buen finde!

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  5. Son preciosas las imágenes!
    Entiendo muy bien lo que explicas, pues siento lo mismo.
    Los arboles sin hojas para mí son verdaderos personajes.

    Un abrazo

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    1. Muchas gracias Erna!
      Comparto lo que dices de los árboles, unos personajes, adustos,dignos...
      Un abrazo largo y buen finde!

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