Nube y Agua

Nube y Agua
El desapego de las nubes...la humildad del agua

viernes, 25 de enero de 2019

Tarde de invierno


   Voy siempre mirando al cielo. Como el mar, me fascina.Ya de pequeño, cuando oía el ruido de un avión , dejaba lo que estuviese haciendo para mirar al cielo y encontrarlo y sentirme transportado a él. ¡Volar...! Hay algo de místico en ello. Remontarse sobre las miserias del mundo bidimensional y disfrutar de las tres dimensiones jugando al escondite con las nubes...

  Con la altura todas las cosas que en la tierra nos atraen o nos repelen, ¡son tan pequeñas!.
  Cuentan que cuando en la Primera Guerra Mundial se empezaron a utilizar rudimentarios aviones de cabina abierta en las que el piloto estaba en total contacto con el medio, los combates, que en esa época eran a base de pistolas y mosquetón se llevaba a cabo con la cortesia de los antiguos caballeros. Los pilotos se saludaban caballerosamente antes de entrar en combate  y hubo casos en los que al descubrir que al enemigo se le habían encasquillado las armas, el contrincante no se aprovechaba de la ventaja y lo dejaba ir ... 

   Los dos contrincantes estaban unidos por esa sensación mística del vuelo que compartían, más que enemistados por un odio artifical que les habian hecho sentir.
Qué tiempos...



Tarde de invierno. 
La estela de un avion 
parte las nubes


10 comentarios:

  1. Interesante relato, querido j. Con ese hermoso haiku que nos obliga a mirar al cielo.
    Un cielo que ejerce su atracción irresistible de estar allí, de volar como un pájaro. La misma atracción que habrá sentido Antoine de Saint-Exupéry...o Richard Bach.
    Un placer leerte, amigo.

    Un gran abrazo.

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    1. Muchas gracias por tus comentarios Juan Carlos. Efectivamente comparto con ellos esa pasión, aunque ahora nada satisfecha.
      Un fuerte abrazo
      j

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  2. La velocidad, diseño y comodidades de los aviones, qué avances han tenido

    Un abrazo

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    1. Efectivamente. Un tremendo cambio y en un timpo tremendamente corto. Sin embargo ahora cuando te metes en un vuelo comercial la sensación del vuelo se pierde. A nivel de pilotaje hay emasiados ordenadores. Los mandos del avión son como joysticks que accionan un ordenador y es éste mediante servomecanismos el que acciona los mando. El piloto no "siente" el avión en los mandos hasta el punto que han tenido que añadirles "sensación artificial"
      Personalmente me sigo quedando con los viejos aviones, esos que volaban "porque dios es bueno" y casí diría yo que tenían alma o algo parecido

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  3. Hola J., gracias por tu comentario en mí blog. Tus palabras son las más apreciadas para mí.

    Veo que tenemos muchos sentires en común y me enorgullece.
    Como esto de volar. También es una ansiedad que llevo dentro desde toda mi vida. Justamente estos días me meto a volar con Google Earth. Dentro de poco me pondrán una prótesis de cadera. LLevo medio año que casi no puedo caminar y lo encuentro faltar mucho.
    No es lo mismo ver mi isla en coche.

    Un abrazo

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    1. Pues sí. Eso de volar cuando gusta es casi como el comer, algo necesario y que cuando no se hace, deja un vacío...!!!
      Espero que tu cadera te la dejen "niquelada" y que puedas disfrutar de tu isla tb desde el iare.
      Un fuerte abrazo Erna
      j

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  4. Uno de los libros más maravillosos que he leído es Vuelo nocturno de Antoine de Saint Exupery, en el que refleja su experiencia de piloto, en tiempos en que todavía no había radares y había que orientarse visualmente viendo la tierra. Pocas veces he sentido con tanta emoción la aventura de volar en los tiempos pioneros de la aviación. Y en otro orden de cosas, para mi cumpleaños este verano pasado me pagué un paseo en avioneta durante una hora sobrevolando parte de unas comarcas catalanas.

    Un abrazo.

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  5. Emotiva y hermosa tu reflexión compañero. Algo ahí en lo más profundo de nosotros mismos que ama a los pájaros, que envidia su ligereza, la transparencia de su patria en el aire.

    Un abrazo grande

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    1. Cuando se habla de libertad, suele venir a la cabeza la imagen de un pájaro... Ganar "dimensiones" es ganar libertad, lo que pasa es que la libertad tienen un precio que no siempre estamos dispuestos a pagar...
      Un fuerte abrazo
      j

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  6. Se trazaba la ruta sobre una carta, se marcaban puntos significativos en ella y de acuerdo con la velocidad del avión se convertían las distancias en tiempo y con un cronometro se iba haciendo el seguimiento. El otro instrumento era la brújula pero ésta no te calculaba la posible deriva debido a vientos laterales. Esas cosas, aunque tenían un desarrollo geométrico había que calcularlas a "tanto por ojo" en el momento... ¡Qué tiempos! Ese libro del que me hablas es fascinante y más si has volado aparatos semejantes. Hay una película de la época imperdible "Sólo los ángeles tienen alas" donde se pone de manifiesto lo que era volar en una línea de correo de la época
    Un abrazo fuerte!
    j

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