¿A que parece un pato?
Me imagino que en la antigüedad, cuando nuestros antepasados carecían de televisión y no podían seguir las fascinantes aventuras de "Gran Hermano" o culturizarse con Belén Esteban debían de entretenerse de lo lindo con estos días en que las nubes en el cielo juegan a disfrazarse, intentando saber de qué iban disfrazadas. Luego, por la noche, ya oscuro y sin ciudades que produjeran contaminación lumínica observaban el majestuoso espectáculo del cielo estrellado intentando encontrar con las alineaciones de las estrellas las formas de animales o seres mitológicos.
Tal como están los tiempos, conviene irse aficionándose a estas cosas, que son gratis y no consumen energía, ni contaminan. Además, ensanchan el corazón
Muy bien y bien de verdad.
ResponderEliminarBonitas las nubes.
Muchas gracias Erna. Me alegro que te gusten
ResponderEliminarY nos ayudan a aprender del mundo de la forma...
ResponderEliminarlas cosas parecen ser... y luego se disuelven... se esfuman
gracias por esos instantes
un abrazo
El fracaso enseña lo que el éxito esconde. Estamos tan obsesionados por TENER que olvidamos que el placer es un fenómeno que tiene lugar en nuestro cerebro.
ResponderEliminarEl placer por lo que somos procede de los vínculos con lo que nos rodea. Vivimos formando parte de algo mayor, podemos ser las neuronas de una nueva mente global.
Un saludo
Muchas gracias por tu comentario Camino a Gaia. Lamentablemente esa concepción de la existencia no es la de la mayor parte de la especie humana
ResponderEliminarEs que todo es transitorio y vacio, como bien sabes Iosu.
ResponderEliminarGracias por tu visita