Nube y Agua

Nube y Agua
El desapego de las nubes...la humildad del agua

martes, 30 de enero de 2018

Por favor...





   "Por favor, no me mandes más correos sobre el exceso de consumo y ecología" me dijo una persona muy querida a la que de vez en cuando le mandaba informes sobre cómo nuestra ansia de consumo está acabando con los recursos, llenando el planeta de basura, ( que no la tengamos a la vista, no quiere decir que no esté) y generando esclavitud, sobre todo en los países del tercer mundo, esos que están tan lejos que no alcanzamos a ver a sus habitantes y que producen en larguisimas jornadas de trabajo , en condiciones laborales de esclavitud, esa ropa tan guay que compramos a bajo precio para usarla cinco veces y luego tirarla.
   Me entristeció su demanda, debo ser sincero. Luego el tiempo, que suele ser una especie de disolvente de la emociones me hizo ver las cosas de otra manera. Esa actitud de profunda y hasta orgullosa ignorancia voluntaria se crea todos los días  a través de los medios y la sociedad.
   Nuestro ego viene a ser una especie de agujero negro que procura tragarse todo lo que nos apectece, nos da placer o lo hace crecer. Siempre ha sido así, lo que pasa es que ahora las técnicas de neuromarketing, la omnipresencia de la publicidad y los medios (que precisan de la publicidad para sobrevivir) nos proporcionan más información y hay muchas más cosas para desear.
   Somos adictos a la droga del deseo,(yo el primero) y la publicidad nos vende la moto eficientemente. La publicidad es calcada a esos "videoclips" que pasan por nuestra mente para convencernos a nosotros mismos de lo necesario que es un producto, una relación o un servicio. Cuando lo obtengamos, seremos plenamente felices para siempre. Son totalmente convincentes, (¡una imagen vale más que mi palabras!). Se hiperdestacan las bondades de lo deseado,  se obvian sus aspectos negativos y si tratamos de resistirnos al mensaje, el "videoclip"mental se hace viral , hasta que caemos en la tentación. Al poco tiempo lo conseguido deja de satisfacernos y la mente, con la ayuda inestimable de la publicidad, nos vuelve a proponer otro objetivo ineludible y ¡vuelta a empezar! No aprendemos. O sea muy parecido todo al mecanismo de la adicción.
   En esas circunstancias es normal que no queramos ver la parte negativa, enormemente negativa, las consecuencias funestas que tiene para una parte de la sociedad y nuestro entorno, (aunque el entorno nos pille lejos, no hay barreras), de eso que no parece tan atractivo y necesario. Si nos informamos de esas consecuencias nefastas, del impacto medioambiental y social de nuestros caprichos (que catalogamos como "necesidades") y las  asumimos, empezamos a sentirnos algo mal. Disonancia cognitiva se llama. Deseamos,-ansiosa mente- algo pero al mismo tiempo sabemos que la satisfacción de ese deseo produce unos efectos indeseables y entonces se crea una tensíon, (otra más), en nosotros. Eso de estar sometidos a tensiones internas no nos gusta, así que empezamos a racionalizar, ( para darnos el gustazo prohibido de forma justificada frente al respetable), con argumentos que no podemos negar:
- " Total por una vez"
- "Bueno uno más y lo dejo"
- "Porque yo lo valgo"
-  "Me lo merezco"
- " Si no lo haces tú lo hará otro"
- " Todo el mundo lo hace"
- "Consumir crea puestos de trabajo"
Y el definitivo: "¿Realmente voy a salvar el planeta por privarme de ésto?"

   Y así una vez y otra, volvemos a seguir los dictados de nuestra adicción y para sentirnos moralmente satisfechos, lo llamamos LIBERTAD.
   Todos en algún momento nos hacemos trampas al solitario y poco a poco el planeta, (con todos nosotros dentro), Se va a la mierda,(racionalmente)
   No esperemos ayudas del estado para luchar contra esta adicción. El Estado la favorece, por razones no difíciles de entender...

10 comentarios:

  1. Estoy totalmente de acuerdo contigo. Veía un documental del Cosmo, y claro que la tierra ha superado pruebas duras, pero jamás un aumento de dióxido de carbon a la velocidad que ahora ha de superar su atmósfera. No podrá. El tema de las barreras de coral es alucinante también. No entiendo que estorbe recordar que hemos de dejar un planeta para nuestros descendientes.

    Todos los gestos suman, de uno en uno parecen nimios, pero no hay cubo de agua que no empieza con una gota. Un saludo

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  2. La Tierra también nos superará a nosotros y los altos niveles de CO2 que acabaran generando una temperatura semejante al del infierno (si existe). Lo que desaparecerá será la mayor parte de la vida, empezando por la humana que es muy sensible al entorno. Posiblemente al cabo de unos cuantos cientos de millones de años evolucione hacia otro estado, pero pasará sin duda por la de "horno".
    Todos los gestos a nivel personal (y yo no soy un ejemplo) no parecen nimios. Son nimios, pero alguien tiene que dar el primer paso si queremos montar una "epidemia" de gestos. Lo que sí es importante es no hacerlo con expectativas, no querer ver el resultado, aunque sea muy modesto. Lo importante es tener esa actitud de desapego al resultado pero hacerlo convencidos de que estamos actuando correctamente. Fijarnos más en la perfección de lo que hacemos más que en la barbarida que hacen otros. Es muy, pero que muy difícil cambiar el mundo, la sociedad, pero es IMPOSIBLE,si previamente no hemos cambiado nosotros, adecuando nuestros pensamiento y nuestra conducta a lo correcto.
    Muchas gracias por tu comentario.
    Un abrazo
    j

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  3. Yo también estoy de acuerdo contigo. Me pregunto si existe alguna solución.

    Un abrazo

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    1. Depende lo que entendamos por solución y para que sea beneficiosa esta solución...
      Personalmente creo que lo que llamamos civilización acabará colapsando, más que nada por se salta las leyes de la naturaleza a la torera. Este colapso de la especie es muy probable que tenga implicaciones más amplias. Por ejemplo quie controlará los residuos o material radioactivo que hemos generado? Lo que pasó en fukushima puede repetirse en las quinientas y pico centrales nucleares que hay por el mundo cuando no exista posibilidad de gestionar las. Y esto es sólo un de las muchas cosas destructivas que pueden producir en caso de colapso.
      Un abrazo y gracias por tu visita y comentario

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  4. Si te sirve de consuelo,(imagino que no) no eres el único que ha recibido de un ser querido esa plegaria. Por favor, no me hagas mirar, por favor, no perturbes mi perfecta existencia. Por favor,no seas aguafiestas.
    No existe solución a corto plazo, y si se acaba el plazo, la solución de urgencia llegará de mala manera y tarde. Tenemos que vivir con esta contradicción. Huir de esta sociedad y refugiarte en un lugar "seguro" (ya no existen lugares seguros)es un suicidio inútil, sin testigos, devorado por un sistema del que si te sales, dejas de existir y si no existes, si eres invisible, nada puedes hacer por cambiar las cosas. Te recomiendo la lectura de Pierre Rabhi. Te dejo el enlace a una entrada de mi blog que dediqué a un libro suyo. Muy interesante.
    https://elreflejodeuzume.blogspot.com.es/2014/01/hacia-la-sobriedad-feliz-pierre-rabhi.html

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  5. Pues efectivamente no me sirve, al contrario, me reafirma la sensación de impotencia y frustración que siento ante los hechos y su evolución. Ver el sufrimiento del mundo, la destrucción absurda y eficaz del entorno y no plantearnos cambiar nuestro modo de vida hacia otro más solidario, más austero y por tanto más incómodo nos genera tensión. Lo mejor, ignorarlo.
    Compré , por recomendación tuya, el libro de Pierre Rabhi. Magnífico!!!
    Muchas gracias por tu visita y comentarios

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    1. Me alegro que te sirviera de algo la recomendación.
      Vamos a continuar con el día a día y sigamos siendo moscas cojoneras que lo mismo así alguien espabila y se une al grupo jejejejeje.

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