Nube y Agua

Nube y Agua
El desapego de las nubes...la humildad del agua

martes, 12 de diciembre de 2017

Ignorancia (voluntaria)



   Estamos viviendo una época que bien se podría llamar " de la información". En la antigüedad la información accesible a una persona que viviese en una tribu, en una ciudad amurallada estaba limitada a lo que podían ver sus ojos. La aparición del lenguaje permitió acceder a la información más allá del aquí y ahora gracias a lo que le contaban sus vecinos o viejeros de otras tierras o mayores que ellos. La escritura con los medios que se utilizaban como libros, periódicos panfletos permitió ir abriendo el campo del conocimiento, a quién quería tenerlo, claro, porque eso de leer un escrito exigía un cierto esfuerzo y no digamos el de analizarlo. Pero aún así la transmisión era aún lenta. Una carta escrita desde la otra orilla del océano tenía que atravesar las procelosas aguas durante muchos días hasta que llegaba a su destino y las noticias se conocían a veces con demasiado retraso para tomar decisiones. A veces de hecho ni se conocían porque el barco se hundía víctima de temporales o de piratas.
   Sin embargo ahora la información nos llega casi de forma instantánes, radio, televisión permitieron ampliar la profundidad y velocidad en la que podíamos conocer lo que había ocurrido en cualquier parte del mundo. No digamos lo que ha supuesto la explosión de comunicaciones actuales, internet, face book, tweeter, correos electrónicos whats app...etc nos permiten vivir "on line" cualquier suceso, (que nos interese). Sin embargo, aún con todo ese arsenal, la comunicación tiene grandes deficiencias. Si no lo creen comparen la visión del mundo que tiene, por poner un ejemplo de actualidad, un entusiasta independentista con la de un ardoroso partidario del artículo 155... Y es que no basta con que exista el acceso a la información, es tremendamente importante que la queramos recibir y analizar.





   El "poder" y entiendo por tal la entidad que tiene la capacidad de emitir la información que le interesa, la emite con suficiente fuerza y frecuencia como para que genere una determinada visión del mundo en aquellos que la reciben. ¡¡¡¡Ahhh mi visión del mundo!!! Una de las propiedades más apreciadas en la actualidad. Estamos dispuestos a discutir acaloradamente con quien nos la quiera arrebatar, llegando hasta las manos y si las circunstancias lo favorecen hasta matarnos. Un consejo, no intenten jamas convencer a alguien de que está equivocado, aunque sólo sea en parte. Es realmente peligroso. Pueden poner a su disposición multitud de datos objetivos, que siempre los pondrá en duda. Mark Twain ya advertía que "es más fácil engañar a alguien que convencerlo de que lo han engañado" y es lógico... Si nos convencen de que hemos sido engañados tenemos varios problemas;
1- Podemos pensar que somos tontos y que nos van a tomar como tales
2- Se nos derrumba toda una visión del mundo que hemos creado con mucho esfuerzo, abase de aceptar informaciones en base a que nos venía bien creerlas, que nos beneficiaban, o que reforzaban una visión del mundo ya definida, en vez de aceptarlas por la realidad de los datos
3- Perderíamos nuestro lugar en "esa tribu" que opina como nosotros y que nos da tanta fuerza para seguir creyendo en esa visión. Se espera que por pertenecer a un detrminado país nivel socioeconómico o cultura, o equipo de fútbol... tenemos que tener un determinado pensamiento, debemos gustar de determinadas cosas y comportarnos de una determinada manera. De hecho nos llamarían ¡"traidores"! si no lo hacemos. Pero hay excepciones. Mucha gente cambia de opinión pero la inmensa mayoría sólo cambia de opinión si la nueva visión le beneficia o beneficia a los suyos. Si el cambio se produce por una actitud reflexiva aceptando datos "prohibidos" mal asunto...
4- Tendríamos que cambiar de actitud, si es que queremos ser consecuentes con la nueva visión. Eso es difícil, aparte de por el rechazo de la "tribu" porque nos privaría de muchas comodidades y posesiones que son compatibles o ensalzadas en nuestra cosmovisión y eso no es cómodo.

    Reconocer que la base sobre la que se asienta nuestra "realidad" se basa mucho en "lo que me beneficia", en "deseos"  y que no se apoya en datos reales, nos obliga entonces a buscar una salida airosa. En su muy recomendable libro "ADICCIÓN AL PENSAMIENTO", Pedro Jara dice que el hombre no es un ser racional sino racionalizador. Tenemos un deseo, un capricho un impulso y nos da vergüenza admitir que es irracional, por eso lo racionalizamos. Un ejemplo Si de una forma consciente o incosciente me gusta sentirme poderoso por encima de la chusma, me gustaría comprame un coche enorme alto y super potente. Los que me vean dirán a mi paso " Ahí va un triunfador". Pero nos da vergüenza, porque en el fondo nuestro ego tambien quiere en muchos caso ser conocido por sus virtudes morales, así que racionalizamos el capricho y decimos que lo compramos, por que "duran más" "son más seguros" y demás chorradas, (que pueden ser hasta ciertas. Tendrá un consumo demencial de combustible, pero eso demuestra que me sobra el dinero, como para ocuparme de esos "pequeños gastos" (¡¡así se me verá aún más triunfador!!), no digamos si utilizo el coche hasta para pasear al perro a la esquina...
   ¿Qué pasa si un día leo que la emision de las gases de efecto invernadero -que emite mi coche y los demás- están sobrecalentado el planeta y que a la larga pueden producir una catástrofe medioambiental a nivel planetario, o que el petróleo que mueve mi coche tienen sus años contados , (a precio asumible), o que por el tubo de escape emite un dulce y apenas visible veneno que genera una gran cantidad de problemas sanitarios y hasta muertes en las grande urbes? Pues tendré que poner en duda esas afirmaciones, buscaré informaciones, "estudios cientificos", teorías que contradigan todo lo anterior. Insultaré con todo mi repertorio, (que es muy amplio), a cualquier autoridad o grupo que se oponga a "mi libertad" de ir en un coche de 5 toneladas y motor de varios litros, (con el consiguiente consumos disparatado de combustible y  emisiones de GEI. Es lo menos, porque si empiezo a aceptar lo que dicen los científicos, (no los políticos) debería venderlo y plantearme mi movilidad de forma más incómodo y menos glamurosa.
    Para cambiar (perdiendo), hace falta una buena dosis de desapego y de humildad, ( y mucha valentía) y en la sociedad en que vivimos esas tonterías no son bien recibidas. Así vamos... Preferimos enfrentarnos, (a muerte, si hace falta) con los que no tienen las "piezzas del puzzle" que tengo yo, en vez de intentar informarnos de cuántas piezas se compone el puzzle y juntarnos con los otros para terminarlo completo, ¡hasta ahí podíamos llegar!

2 comentarios:

  1. Muy interesante reflexión. Las verdades son las que u o siente como tales.

    Un saludo

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Ni más ni menos! La familia donde has nacido, la educación que has tenido, el ambiente en que te mueves modelan los inputs que recibimos para crear una realidad que nos viene bien, de la misma forma que cuando perdemos algo de visión en un ojo, el cerebro "crea" la parte que falta y no somos conscientes de esa perdida parcial de visión, (hasta que vamos al oculista). En el mundo es mucha más la información que nos perdemos, (voluntaria o inconscientemente) que la que procesamos, porque si no es acorde con nuestra cosmovisión ni la procesamos.

      Eliminar