Nube y Agua

Nube y Agua
El desapego de las nubes...la humildad del agua

martes, 7 de junio de 2016

Morir de éxito


“La mayor carencia de la raza humana es nuestra
falta de habilidad para entender la función exponencial”
“Estamos ética y moralmente obligados a reconocer
que el crecimiento en el uso de recursos de cada individuo,
de una población también en crecimiento, es la causa principal
de todas las crisis ambientales y de recursos que sufrimos”
Dr. Bartlett

   En estas últimas semanas está dando mucho que hablar el color de las aguas del Mar Menor. Para quien no lo conozca, el Mar Menor, es una laguna de agua salada situada en el litoral murciano, que ha sido considerada como la joya del turismo de la Comunidad Autónoma de Murcia. Un sitio ideal, no sólo para el baño sino también para todo tipo de deportes acuáticos. Estas bondades lo han convertido en el destino ideal para pasar unas vacaciones veraniegas. Se arreglaron sus playas y hasta se crearon donde no las había. Los municipios en sus riberas han crecido, con más desorden y avidez de los que  convendría y se han construido varios puertos deportivos. Como todo se ha hecho al modo "tírale pijo" en expresión murciana, es decir, hasta que reviente, sin planificación que tuviese en cuenta las condiciones ecológicas de la laguna y en base a las ansias del "Homo Ladrillensis", especie autoctona altamente depredadora que convierte cualquier terreno en bloques de adosados, la laguna se empezó a resentir. En verano las depuradoras no tenían capacidad para depurar todas las aguas residuales  que generaba el tremendo aumento de población y naturalmente vertían en parte al Mar Menor
   Afortunadamente la crisis paralizó la construcción de megaproyectos que se estaban planificando para construir en las cada vez más escasa zonas aún sin edificar. Estos proyectos son, económicamente hablando, una bendición para el ayuntamiento al que pertenecen. Conciertos económicos, licencias de construcción, impuestos sobre bienes inmuebles, suponen un chorro de dinero para los municipios ribereños y posiblemente también, presuntamente, para sus ediles.
   Pero a la par de este desarrollo urbanístico la zona sur ha visto crecer las explotaciones agrícolas que se ha convertido en zona de regadios y cultivos intensivos de verduras con destino a la fria Europa. Estas explotaciones se ven en la necesidad de utilizar gran cantidad de fertilizantes, que por arrastre o lixiviación iban a acabar en la laguna. Durante unos años, como consecuencia del enriquecimiento en materia orgánica de las aguas, estas se poblaron de un enorme cantidad, más bien plaga, de medusas que no eran bien recibidas por los bañistas, pero que cumplían una función de limpieza, ya que en el fondo son pequeñas depuradoras flotantes. Las autoridades lucharon denodadamente cada verano para limpiar de medusas, que espantaban a los bañistas. Aún a pesar de todo, sus aguas mal que bien mantenían una cierta calidad, eso sí decreciente, y las redes antimedusas en las playas permitían a los turistas pensar que todo estaba controlado....
   Existían numerosos estudios e informes técnicos así como de organizaciones ecologistas, (¡ah , esos aguafiestas!) que avisaban hasta el extremo de ser incómodos, de la degeneración galopante que se estaba producientdo en este entorno otrora paradisiaco. Obviamente las autoridades regionales y locales hacían caso omiso, mientras crecían las zonas urbanas y agrícolas y se "creaban gran cantidad de puestos de trabajo"
   De repente todo ha cambiado. Las aguas en invierno ya no se aclaraban, pero lo que es peor la llegada de la primavera ha aumentado el fitoplancton en forma tal que el agua ya es un puré verde/marrón con una visibilidad de centímetros. Se ha producido la eutrofización. La opacidad del agua es tal que dificilmente llega la luz solar al fondo, con lo que las algas y plantas que lo pueblan  tienen sus días contados y se acabarán pudriendo con sus correspondientes malos olores. Hemos matado a la gallina de los huevos de oro. Morir de éxito.


   Las autoridades que llevan decenas de años ignorando la degradación que se se estaba produciendo, de repente tienen prisa. A pocas semanas de la temporada veraniega el agua presenta un aspectos poco atractivo para el baño. Puede ser una catástrofe turística sin parangón en la región. Pero  lo que se ha ido cocinando en décadas de dejadez no se arregla en una semana, máxime cuando  las medidas a tomar chocan con los intereses agrícolas y ladrilleros.
   Esta situación que "de repente" se ha dado en el Mar Menor de mis amores, me recuerda mucho a la que se producirá en otro entorno , también limitado, que llamamos Tierra. Se viene avisando, también desde hace décadas de que lo que llamamos "civilización" es insostenible a largo plazo para el entorno. Estamos acabando con los recursos naturales, a la par que vertemos desechos tóxicos en forma de gases, líquidos y sólidos a un entorno, que por grande que nos parezca, tiene límites, límites que estamos tocando y que se manifiesta en forma de cambio climático de mayor dificultad para encontrar combustibles fósiles y materia primas esenciales para nuestro "estado del bienestar" Derrochamos como si no hubiese un mañana y contaminamos de la misma forma. Un día no muy lejano, "nuestras aguas" se volveran marrones y querremos evitar urgentemente lo inevitale con medidas efectivistas, que nada solucionan. Entonces será tarde. No hemos sido capaces de entender la función exponencial ni de entender que nuestro mundo, al igual que el Mar Menor, también tiene límites...
   Les recomiendo que vean este vídeo sobre lo que significa la función exponencial

2 comentarios:

  1. Es muy muy triste, pero así es!

    Un abrazo

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    Respuestas
    1. Muy triste. Somos muy buenos destruyendo nuestro entorno mediante un mezcla de ignorancia y codicia...
      Un abrazo

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