Tras un cerro, sin ninguna prisa, se va ocultando el sol.
Los barcos que cruzan el Mekong van volviendo a su amarre en la orilla. Es lo único que se mueve en las aguas teńidas de naranja por unos instantes del río. un río que separa, a lo ancho una ciudad, pero une a lo largo un país... ¡ Qué cosas!
Cae la tarde.
El ruido de los barcos
al regresar
Muy buen haiku, amigo. Y muy buena la foto también.
ResponderEliminarGracias por compartir _/\_
Doblemente gracias Gorka
EliminarUn abrazo
j
Suscribo lo dicho por Gorka.
ResponderEliminarUn abrazo.
Muchas gracias Angel
EliminarUn abrazo
j
Tan lindo es el relato, como el haiku y la foto. Ultimamente en las fotos predomina el naranja...
ResponderEliminarme encanta
Muchas gracias Karin. Me alegra que te hayan gustado.
EliminarEs que tengo unos días crepuscularescy las puestas de sol son mi debilidad
Bss
j
Bonito post, gran foto.
ResponderEliminarMuchas gracias Jordim
EliminarUn abrazo
j
Hermoso paisaje, Unsui.
ResponderEliminarEl buen haiku que lo acompaña añade movimiento y sonido.
Gracias por este momento.
Un abrazo, amigo.
Muchas gracias Juan Carlos.
EliminarUn abrazo
j
Un instante de eternidad apresado a la vez que vuela libre.
ResponderEliminarEso de la puesta de sol tiene algo...
EliminarUn abrazo
j
Es alucinante!
ResponderEliminar¿Has estado?
Absolutamente!!
EliminarAcabo de llegar de allí.
A ver si voy metiendo mas entradas sobre este viaje estos días
Bss
j
Un haiku buenísimo, la foto es como una postal que hermoso paisaje
ResponderEliminarUn gran abrazo Unsui
Muchas gracias Xaro
EliminarBss
j