Nube y Agua

Nube y Agua
El desapego de las nubes...la humildad del agua

lunes, 28 de abril de 2014

¿Vivimos o pasamos por la vida?

   He recibido este whasapp. Desconozco si  es realmente del Dalai Lama su autor, pero sea de quien sea, por lo que veo alrededor, (y en mi mismo), me parece que está cargada de razón.  No estaría mal que nos replanteásemos la vida de acuerdo con estos pensamientos. A lo mejor hasta somos felices...





Jose J Satre

6 comentarios:

  1. Respuestas
    1. Pues sí, pero cuesta mucho dejar de ser un hamster dando vueltas a la rueda...
      Bss
      j

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  2. No sé, me parece un juego de palabras con mayor o menor realidad. Supongo que no es difícil hacer una caricatura del hombre occidental. Hay un libro bastante màs genial que esta colección de lugares comunes que se llama Los Papalagi que es una visión de los hombres occidentales desde la perspectiva de un supuesto jefe samoano. En estos cantos de carácter humorístico se cuestiona los fundamentos de la vida occidental: el materialismo, el afán de posesión, el modo de entender el tiempo… Son muy divertidos pero no sabemos si son real obra del jefe samoano Tuiavii de Tiavea o son una recreación de Erich Scheurmann autor del libro que dice que son discursos que dio el jefe a su tribu.

    El ser humano occidental ha hecho de su vida un infierno de estrés y de ambición de tener más y más. Es cierto, pero es también es cierto que el ser humano occidental descubrió la penicilina y las vacunas que han permitido, junto a la higiene, ampliar la vida hasta edades no imaginadas anteriormente. Es difícil imaginar un mundo tan complejo como el que vivimos con ocho mil millones de seres humanos sin conflictos, y es el ser occidental el que ha traído la tecnología, internet, la píldora anticonceptiva, la medicina no invasiva… Creo que vivimos en una prisión inevitable. Feliz el que pueda saltar del tren sin romperse los huesos, pero este estrés y esta angustia son inevitables en esta sociedad frenética y que no sé si puede ser de otra manera. Yo he viajado por oriente y las ciudades orientales no son un prodigio de armonía y de tranquilidad. Pienso en Bangkok, en Kuala Lumpur, Yakarta, Singapur, y mucho me temo que Beijing ni Shanggai son ejemplos de equilibrio. Todos los pueblos quieren crecer, mejorar, enriquecerse, y eso provoca una euforia suicida que lleva a la gente a vivir un mundo terrible aunque se termina apreciando esa tensión.

    No sé si llegamos a la muerte sin conciencia de haber vivido. No puedo saber cómo vive la gente, solo sé lo que pasa en mi interior e intuyo lo que pasa en otras personas cercanas. Del resto de seres humanos no sé demasiado, solo puedo sospechar.

    Ojalá todo fuera tan fácil como esta serie de evidencias.

    Creo que me quedo con Krishnamurti.

    Un fuerte abrazo.

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    1. Tienes mucha razón. Todo tiene su cara y su cruz y cuanto más grande es la cara, mayor suele ser la cruz.
      Yo también he estado por Oriente y ese afán por ganar más no es sólo patrimonio occidental, aunque si creo que somos en general buenos en ese aspecto. Cuando se generaliza se suele exagerar casi inevitablemente un aspecto dejando otros en la oscuridad. La ambición siempre ha existido, aquí y en todos lados, pero creo que la civilización actual tiene más ambición que otras anteriores, no sé si es por los avances tevnológicos y financieros, por la globalización, el desarrollo del marketing, o por qué.
      Yo mismo me veo como reacciono ante la cantidad de estímulos que como ciudadanno del siglo XXI recibo todos los días. Cómo sin dame cuenta me he montado una vida llena de posesiones que generan gran cantidad de gastos y qe no disfruto proporcionalmente al gasto que producen i al tiempo que dispongo.
      Me quedo con lo que tiene la frase de llamada de atención, que hace que me pare y observe hasta que punto mi vida tiene lógica o cae más bien en la estupidez.
      j
      Un fuerte abrazo

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  3. Menos mal que no son así todos los occidentales.

    Solamente tenemos que aprender a apreciar los momentos bellos de la vida.
    Muchas veces se puede disfrutar sin invertir nada de materialismo.
    Tenemos que abrir los ojos…
    Así de paso aprendemos vivir.

    Por cierto:
    Bien por el cambio de estilo, aunque la parte que más me gusta y relaja es la última parte de la página.
    Queden muy bonitas las letras blancas sobre el fondo desenfocado de la foto.

    Un abrazo fuerte.

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    1. Efectivamente no todos son así y algunos prcuramos no serlo.
      Tu blog es un ejemplo de cómo se puede disfrutar de las pequeñas cosas, maravillosas, que por frecuentes no valoramos y que ocurren todos lo días a nuestro alrededeor. Estar presentes, creo que es la clave.
      Gracias por tus comentarios sobre el nuevo asecto del blog. Me algro que te haya gustado
      Un abrazo
      j

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