Por la noche salí a fumar un cigarro con la perra. Bueno, la perra no fuma, de momento. Ella aprovechó para hacer un "impacto medioambiental". Entonces de repente siento bajo mi pie una cáscara que se rompe...¡El caracol! Iluminé con el mechero y ahí estaba el pobre retorciéndose entre trozos de su "casa" destrozada.
Me sentí fatal, claro que él... ¡Pobre!
Noche sin luna.
Bajo mi pie un crujido...
¡ No, el caracol!
Pobrete...
ResponderEliminarEse sonido es de los más desagradables que me vienen a la mente.
En fin. La foto es estupenda. RIP.
Un abrazoo
Desagradable de verda... No me quiero ni imaginar si encima te pilla dentro
EliminarUn abrazo
j
_/\_
ResponderEliminarLa vida...
Eliminar_/\_
Me ha recordado a una oruga que vi pisada hace pocos dias, ni siquiera sé si la pisé yo, aún se retorcía y un amigo dijo "sufre", así que la cubrí con una gran piedra y descansó. Aún me duele también cuando lo escribo, ¡qué ridículo! ¿por qué sufrimos tanto por ellos? No lo sé, pero no quiero cambiarlo :) Deseo que algún dia acabe todo sufrimiento, los Bodhissatvas nos ayuden :)
ResponderEliminarMe preocuparía si no me hicieran sufrir estas cosas...
EliminarUn abrazo
j
karma.
ResponderEliminarmushasho, karma
¿Qué habría hecho el pillín del caracol para que le caiga ese "Karmazo"
ResponderEliminarMisterio
Un abrazo
j
Y quien hizo el cigarrillo? y como fue que te acompaña un perro? y por qué van tan despacio los caracoles? Es muy curioso observar como cada fenomeno está ligado a otro y a otro y a otro....
ResponderEliminarAsí es
ResponderEliminar_/\_
Impresiona ese crujido, y que mal se siente uno tras escucharlo....
ResponderEliminarUn abrazo
No veas!
EliminarPobre caracol, tu relato esta lleno de intriga. Pero para tu consuelo, dicen que los caracoles tienen la capacidad de regenerar su "casita", eso si no esta demasiado espachurrado... En mi caso, al caracol, yo misma lo coloque donde ahora seguro sigue arrastrándose felizmente.
ResponderEliminargracias por copiarme el enlace.