Nube y Agua

Nube y Agua
El desapego de las nubes...la humildad del agua

domingo, 2 de diciembre de 2012

Dar


 Dar, entiendo que es ceder a otro algo que tenemos y que le puede venir bien.
   Siempre me ha chocado lo que nos cuesta dar. A ver, no es que no demos. Claro que damos. A los hijos le damos nuestro tiempo, nuestro cariño, nuestros conocimientos,(no siempre recibidos de forma receptiva), en forma de consejos. Les damos nuestros bienes, (sobre todo al final, si queda algo)
   Damos a los amigos. En Navidad o por su cumpleaños, les damos regalos...
   Damos-controladamente- a los mendigos, que no conocemos cuando nos piden,( aunque no siempre).
   Pero creo que esto de dar, siempre lo consideramos, en cierto modo un sacrificio. Y lo que es mucho peor, creo que muchas veces dar, es para nosotros sinónimo de "inversión". No es que nos apetezca dar, al menos, no de la misma forma que nos apetece recibir regalos, atención, tiempo, consideración,.. etc.Si escarbamos en nuestros motivos cuando damos,veremos que damos para recibir una buena cara, una sonrisa, cariño... Mas que dar, es entonces "permutar". Eso es "comercio".
   Incluso lo que damos a los hijos desinteresadamente, al menos en forma aparente, puede ser consecuencia de la expansión de nuestro ego individual, a nivel familiar. "Yo le doy a MIS hijos. Ese "MIS" tiñe el acto de dar de un cierto tono egoíco. No digo que sea malo, simplemente creo que es así.
   Sin embargo DAR, creo que es otra cosa bastante diferente. DAR,  es lo mismo que "dar" pero sin ninguna connotación de permuta, si esperar nada a cambio. Incluso sin esperar generar méritos para el "Mas Allá". DAR puede parecer algo heróico y creo que en muchos caso lo es, pero para mi, ahí sigue habiendo una sombra: Hemos dado algo, nos hemos desprendido de algo y eso nos ha supuesto un ESFUERZO, una RENUNCIA. Sigue habiendo un "yo" que renuncia a algo más o menos valioso para dárselo a "otro". No digamos si muy en el fondo lo que queremos es aparecer ante los demás como un "ser generoso y sacrificado"
   Le llevo dando vueltas al tema y creo que el acto perfecto de DAR, es cuando al dar, sentimos la misma satisfacción interna, que cuando recibimos lo que estamos ansiando Y NADA MÁS, y esto no es frecuente.
   Cuando me observo, el tiempo, el dinero que gasto en satisfacer mi más mínimos caprichos, ( yo les llamo necesidades), no tiene nada que ver con el tiempo y el dinero que DOY. La satisfacción, tampoco es la misma.¡Dónde va aparar!
   Pienso que si eso que llamamos "yo" estuviera realmente al mismo nivel que el "tú" él, "nosotros", "vosotros" y no digamos "ellos" no habría diferencia alguna en quien recibiese el don. Siempre sería una satisfacción.
   Entonces dar, SÏ sería DAR.
   Entonces sería fácil cumplir con aquellas recomendaciones de Jesús:
Pero yo os digo, amad a vuestros enemigos, bendecid a los que os maldicen, haced bien a los que os aborrecen y orad por los que os ultrajan y os persiguen

   Cuando comprendamos que nosotros, nuestros amigos y familiares, nuestros enemigos y los que nos aborrecen y persiguen no son más que personajes de ese sueño que nos creemos y que llamamos realidad, las cosas cambiarían mucho.¡ Pero mucho!

10 comentarios:

  1. ¡Excelente, Unsui!
    Nada más, ni nada menos...
    Gracias, amigo.

    Un fuerte abrazo.

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Muchas gracias Juan Carlos.
      Ya sólo queda "dar el siguiente paso" que nos permita cambiar el "dar" por "DAR"... y no parece fácil...
      Un abrazo
      j

      Eliminar
  2. Gracias "J" por tu interesante y profunda reflexión.
    Un fuerte abrazo.

    ResponderEliminar
  3. Una vez me dijeron que para que una buena acción lo sea realmente, hacía falta que fuera buena para mí, buena para ti y buena para los dos juntos. Me dijeron que si alguna de esas "patitas" faltaba entonces la cosa no iba bien. Me explicaron más pero es muy largo y estoy segura de que podéis deducirlo sin dificultad.

    En fin, "dar" en el fondo no es más que recibir y devolver. Me parece.

    Un bs

    ResponderEliminar
  4. ... Y buena -o al menos neutra- para "los otros"

    Estoy de acuerdo contigo,también creo que dar y recibir son la misma cosa.Lo que pasa es que todavía "no me lo creo del todo"
    Bss
    j

    ResponderEliminar
  5. Como siempre recalca Taisen Deshimaru "Mushotoku: Sin espíritu de provecho"... incluso cuando se hace Zazen o meditación...

    Una vez que entendemos, cosa que se olvida muy fácilmente, que en el fondo no hay ni tu ni yo (o lo que es lo mismo tu y yo Somos en el fondo una Sola Esencia) ya no importa quien da o quien recibe...
    Eso que todos Somos en el fondo, que ya es perfecto, no necesita nada, no desea nada...

    Y si, el mundo sería otra cosa, si nos enseñaran desde pequeñitos a "recordar" lo que en realidad somos... no lo que "quieren" que seamos...

    Un abrazo!

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Pero desgraciadamente desde pequeñitos -y ahora de mayorcitos también- se nos enseña a todos los niveles, precisamente lo contrario.
      Un abrazo
      j

      Eliminar
  6. dar, entregar, regalar, donar, en el mismo estado que recibes ese golpe de presente que desemboca en esos maravillosos haikus, cuando por un instante desapareces y te entra lo que el momento te da, te entrega, te regala. Dar y olvidar. Esa es la teoria para mi. la practica.... buff! (por cierto, desactiva los "capcha", que no somos robots, te lo aseguro, somos personas, de verdad...)

    ResponderEliminar
  7. "Dar y olvidar", esa es la clave, como rspirar, algo natural
    Un abrazo
    j

    ResponderEliminar