Publicidad engañosa.

   D. Mariano Rajoy nos dijo en su momento que en un par de años terminaría con la crisis http://www.elmundo.es/elmundo/2011/01/29/espana/1296325931.html.

   Es más su programa electoral lo resumió en 100 puntos que pueden consultar aquí: http://file01.lavanguardia.com/2011/10/31/54236659563-url.pdf.

   Con los programas electorales y los votantes, pasa lo mismo que con los cristianos y la Biblia: ni se leen los programas los ciudadanos, ni los devotos han leído la Biblia. No se vota por estar convencido con el programa si no "contra" lo que había antes.

   Generalmente los programas electorales no se suelen cumplir, pero en el caso del PP en las últimas elecciones la cosa clama al cielo: han incumplido todos los puntos. Internet está lleno de vídeos, imágenes y textos sobre el particular. 

   Es curioso que a pesar de tener tan asequible la prueba del delito, los presuntos salvadores de la patria no se dignen a pedir perdón por el tremendo engaño. 

   Empiezan a admitir por lo bajini que algo se está incumpliendo, pero desde luego no es culpa de ellos sino del perverso gobierno anterior que le dejó una endemoniada situación, o de las circunstancias o de... cualquier motivo menos de ellos.

   Existe una normativa sobre la publicidad engañosa  en productos y servicios que debería aplicarse también y sobre todo a estos partidos que no dudan en vender aire en sus campañas electorales a través de sus mítines  , (donde sólo van los que quieren ser engañados, que los hay y muchos), de sus folletos y publicaciones.

   No tener límite en sus mentiras si vale para captar votos, debería estar penado por la ley muy duramente, sobre todo si se engaña a gente que está desesperada y que esperan que se cumplan esas angelicales promesas que les dicen.

   Pero no soy optimista al respecto. Las leyes las hacen aquellos, que comenten este delito, al menos delito moral, así que va a ser difícil que las cambien a nuestro favor, a favor de los ciudadanos, que somos los que pagamos, no sólo sus salarios y gastos desproporcionados, también los platos rotos y los desmanes que su actuación a nivel gubernamental producen tan alegremente.

   Solo nos queda una opción : POR FAVOR, ¡NO LOS VOTEN MÁS! (que es muy caro)