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Vivimos en eso que se llama pomposamente la era de la INFORMACIÓN, pero a nada que escarbemos un poco, (tarea desagradable, que el ciudadano medio renuncia VOLUNTARIAMENTE a realizar), las letras I,N, desaparecen y nos quedamos con la era de la FORMACIÓN.
A través de prensa radio , TV, internet estamos permanentemente recibiendo noticias, pero eso no significa que estemos informados realmente. En primer lugar que es una catarata de noticias que es realmente difícil digerirlas, analizarlas, valorarlas. En segundo lugar, las noticias que recibimos, son sólo ALGUNAS de las que ocurren en el mundo todos los días y que las agencias y los medios de comunicación se encargan de filtrar, por razones obvias de capacidad y porque si se filtran, con un criterio determinado, se crea una realidad particular, que es en el fondo de lo que se trata.
Como se nos ha dicho que estamos en una democracia, es decir en un régimen de libertades donde la soberanía reside en el pueblo, pensamos que la información es libre, neutra, aséptica. Todo lo contrario que en las dictaduras. En ellas el estado tiene el monopolio de la información. Todo el mundo lo sabe y por tanto en función de como les vaya en esa dictadura, se la creen o no.
En democracia no parece que sea así. Hay una pluralidad -cada vez menor- de medios y por tanto el ciudadanos puede elegir y contrastar.
Sin embargo no es así. Los medios no son independientes. Por ejemplo si un periódico recibe ingresos por la publicidad de unos grandes almacenes, ya se cuidará muy mucho de publicar noticias sobre las relaciones de esos grandes almacenes con empresas de trabajo esclavo en la India. Se nos oculta una información que modifica bastante la realidad.
Un medio de comunicación es algo caro de mantener. Necesita financiación. Por ejemplo el "Banco de Satander" le suministra un crédito, una póliza, para que pueda hacer frente a sus gastos. ¿Se imaginan al medio haciendo un reportaje sobre las estafa fiscal de las primas únicas o los dineros que tiene el banco o su presidente, el sr Zapatín en un paraíso fiscal. Pues yo, que para algunas cosas soy muy imaginativo, para esto, la verdad es que me cuesta.
Esta aparente pluralidad de medios, hace mucho más efectiva la manipulación. El oprimido lucha contra la opresión, pero el manipulado... consume la desinformación ... y además ¡es negocio!
Es cierto que si se tiene afán investigador la noticia oculta en los grandes medios se puede encontrar... pero hay que buscarla...
No hace falta mentir, que también se hace, basta con no contarlo todo y así creamos una realidad, que se ajusta a sus necesidades y de sus dueños y patrocinadores.
Una primera cosa que habría que intentar saber, es de quién son realmente los medios de comunicación.
Estos medios que como hemos visto no son precisamente independientes, son los que se utilizan para vendernos la moto.
Es antológica la entrevista que Antena 3 hizo a nuestro entrañable presidente Aznar, (Ansar in EEUU) para vendernos la moto de la necesidad de la invasión de las Tropas Imperiales ( y su coalición lameculista) a Iraq.
Ansar apeló al miedo de los ciudadanos -una forma muy socorrida y vieja ya de manipular las mentes- a unas presuntas armas de destrucción + iva para convencernos.
Luego se demostró que no existían tales armas ( ni pagaban iva), pero se justificó la invasión para derrocar a un tirano, ( que había sido puesto allí por EEUU), que se dedicaba a gasear a parte de su población, ( con las armas y el beneplácito de los EEUU). Mucha gente se sintió satisfecha con esta explicación.
El tema es viejo. Para meterse en una guerra, que suele siempre tener como fundamento los intereses económicos de unos pocos en la que va a morir mucha gente que no tiene intereses, hay que crear un estado de odio contra el enemigo previamente.
Así en la 1ª Guerra Mundial para movilizar a una población pacífica en EEUU se creo la Comisión Creel, que tenía por misión fabricar una imagen odiosa de los alemanes, matando niños belgas, por ejemplo, por puro placer. Edouard Bernay, miembro de dicha comisión lo decía sin tapujos : LA MANIPULACION CONSCIENTE E INTELIGENTE DE LOS HÁBITOS Y LAS OPINIONES ORGANIZADAS DE LAS MASAS ES UN ELEMENTO IMPORTANTE EN UNA SOCIEDAD DEMOCRÁTICA.
¿Sigo?
Bueno, pero no estamos en guerra, de momento. No importa la manipulación y el control de la masa también lo hay en períodos de paz. Sólo cambia la intensidad.
Un caso reciente: En diferentes periódicos regionales ha salido la noticia del tremendo ahorro que se produciría en la sanidad si se tomasen ciertas medidas. Una consultora, había realizado un estudio del sistema de compras de la sanidad regional (se ha hecho en varias comunidades pero no se menciona) y se pueden ahorrar cientos de millones si se crea una central de compras... que estaría gestionada, por una determinada empresa privada, (realmente son privadas pero de un grupo inversor cuyo fin suele ser diferente al de las ONG).
¡Fabuloso! piensa el ciudadano medio. "Si ahorra dinero, menos impuestos a pagar y la sanidad será más sostenible..." ¡Pues ya está la moto vendida!. Se ha ido preparando la opinión para que acepte lo que en el fondo es pura y simplemente la privatización de un bien público y no precisamente para hacer caridad...
Por ejemplo metan en el buscador google la entrada "ahorro centrales privadas de compras de sanidad"y ante Uds se desplegará toda la "campaña de comunicación" sobre el tema.
Y parece que el tema va adelante
Les dejo un enlace de las técnicas de manipulación de Chomsky. Intenten encontrar ejemplos cercanos en estos tiempos que estamos viviendo algunos y malviviendo bastantes... los encontrarán enseguida.
Gracias por estas últimas entradas Unsui. Creo que los ciudadanos hemos de estar realmente informados de lo que está sucediendo en este país y no dejarnos manipular. Es indignante lo que está pasando y si nosotros no nos movemos y luchamos por nuestros derechos esto pinta muy negro.
ResponderEliminarUn beso.
Gracias a ti Leti.
ResponderEliminarLos ciudadanos hemos hecho dejación no solo de nuestra soberanía, si no también de nuestra opinión. Aceptamos lo que nos digan sin dudar si coincide con lo que queremos oír. Y ellos saben lo que queremos oír. El primer paso es que sepamos informarnos y no aceptemos, sin más, la papilla informativa de los medios que crean su interesada realidad.