Nube y Agua

Nube y Agua
El desapego de las nubes...la humildad del agua

lunes, 18 de marzo de 2013

Y dale con el cometa



   El otro día las nubes no me dejaron ver bien el cometa. Es lo que tiene la astronomía, que no depende de uno. Aplicando la Ley de Murphy, la única nube que haya en el cielo procurará ponerse donde más estorbe. Es lo que pasó el viernes. El sábado y el domingo, ¡cómo no!, estuvo cubierto y lloviznando, pero hoy lunes el cielo estaba limpio con un azul intenso. Posiblemente este día era el premio a no haberme quejado en demasía de la nube "tapacometas". Lo que sí era inevitable era el resplandor de las luces de Molina de Segura y alrededores. Nuestra civilización, (bueno, realmente no se si es correcto llamar a esta forma de vivir civilización), es derrochadora por naturaleza. No basta con alumbrar las ciudades, ¡es que tiene que ser de día a las diez de la noche!
   En los tiempos del Sr Messier, que les contaba el otro día, sólo había que lidiar con las nubes. La oscuridad estaba asegurada.
   Se me olvidó contarles quién sucedió a Messier en este deporte de cazar cometas. Es que es una historia romántica y edificante.
   Jean Louis Pons ingresó en el observatorio de Marsella en 1789 con 28 años. Pero no como astrónomo, no. Entró de vigilante y conserje. Pero su interés por la astronomía era tan grande que los observadores le ayudaron todo lo que pudieron y ya en 1813 era astrónomo ayudante. En 1819 ascendió a director del observatorio de Murlia, cerca de Lucca y terminó sus días siendo director del observatorio-museo de Florencia. Es un claro ejemplo de que hace más quien quiere que quien puede.
   Durante su vida profesional descubrió nada menos que treinta y seis cometas, que no está nada mal, teniendo en cuenta la calidad de los instrumentos de la época.
   A pesar de los avances en la calidad y cantidad de telescopios en los grandes observatorios, actualmente sigue habiendo muchos aficionados que se dedican a la caza de cometas. Hace falta un telescopio con un buen poder colector de luz, un gran campo visual y... paciencia, mucha paciencia. Después de la puesta de sol cuando ya se ven estrellas, pero por el oeste todavía hay restos del ocaso, uno se coloca con su aparato mirando hacia poniente y barriendo la zona de arriba a abajo, de un lado al otro. Si hay suerte, el premio es que el cometa lleve el nombre del descubridor, y eso de tener en el cielo un cometa, (aunque sólo se pueda ver con un telescopio o unos prismáticos y no se pueda utilizar como garantía para pedir una hipoteca), mola.   Otras veces te lo puedes encontrar de casualidad mirando algún otro objeto celeste y tener la suerte que el cometa, (o el asteroide en cuestión), este en el campo visual.
   Actualmente a nivel aficionado, hay telescopios de grandes prestaciones por un precio bastante razonable y en el cielo si uno se pone a intentar observar todo lo que se puede observar, falta vida.
   Bueno, me he vuelto a enrollar. Les dejo con el cometa que es a lo que iba.
   ¡Ahhh! y cuando no sepan que hacer, apártense un poco de las luces de la ciudad y miren el cielo, aunque sea con unos prismáticos. Si se hace esta actividad con una buena predisposición se aprende mucho... y no sólo de estrellas.








   Realmente no es mucho lo que se ve en las fotos, (aparte que alguna ha salido algo desenfocada). Un punto de luz, (en alguna una "rayita" de luz debido a una exposición más larga, sin seguimiento) y una luminosidad difusa por detrás. Bueno, esto se ve en las fotos, porque a simple vista a malas penas se ve un puntito de luz y como algo desenfocado. No es mucho en sí. Pero es lo que le decía de la predisposición antes, si uno piensa que este punto de luz es un conglomerado de pedruscos y hielo que ha venido de "quién sabe dónde" , pero así sin decimales, de algún sitio a varios miles de millones de kilómetros y que al pasar cerca del sol sus componentes más volátiles se han vaporizado y este gas enrarecido, se ha excitado, (en el buen sentido de la palabra), que le ha dado la vuelta al sol y ahora se va a toda pastilla a "otro quién sabe dónde"... no se, a mi me impresiona ¿no?. Qué pequeños somos... Qué pequeños nuestros problemas, nuestras ilusiones, nuestra miserias... y porque ha habido suerte, que si el Sr Murphy se esmera y en vez de pasar a unos cuantos ciento de millones de kilómetros le da por coincidir a la misma hora y en el mismo sitio con esta nave espacial en la que vamos montados, ¡no hay rescate del FMI que valga...!

8 comentarios:

  1. La película de esta "nave espacial" que cada cual se la monta con su cabecita particular, es efímera... muy efímera... Así que hay que relativizar los problemas... También los de rescate del FMI (esto es fácil de decir cuando uno tiene trabajo y la vida le trata bien, claro está).

    Un abrazo y gracias Unsui.

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    1. Empezamos hablando de cometas y terminamos en el paro. A eso me refería yo con eso de mirar al cielo con cierta predisposición ...
      Un abrazo
      j

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  2. Qué bueno, gracias por compartir estos buenos momentos, si es que eres todo un cazador....he disfrutado leyéndote

    Un abrazo Unsui

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  3. Estos momentos si no se comparten tienen muy poco valor Xaro
    Muchas gracias por tus comentarios
    Bss
    j

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