Oeee,oe,oe,oeeee

   Un amigo me ha enviado esta imagen por correo electrónico.
   Creo que define magistralmente nuestra actitud ante la situación actual. La pésima situación económica, el paro galopante, la pestilente y pegajosa corrupción, la pérdida de ilusión de los jóvenes, los desahucios de los bancos, la exclusión social... todo eso, se olvida mágicamente ante un gol de "la Roja".
   No me parece mal que haya algo que nos una, frente a esa obsesión que tenemos los que habitamos en este territorio en separarnos por clases, por partidos, por comunidades autónomas, por ciudades, por equipos de fútbol... por cualquier nimiedad. Una tarea común, es un buen cemento que une entidades diferentes, que sin perder su propia idiosincrasia se juntan en un objetivo superior. "Un proyecto sugestivo de vida en común" es lo que nos hace falta, no una unidad impuesta por motivos viscerales.
   Lo que lamento es que algo tan banal como el fútbol, se saque de madre y se eleve casi a la categoría de religión, que más que unir adormezca y embote  nuestras consciencias. Parece ser que hay una gran componente psicobiológica en esto que es explotada por "los dirigentes" para transformar las frustraciones de los gobernados en patrioterismo visceral y barato de bandera e himno y no se den cuenta que les están robando descaradamente la cartera vía recortes e impuestos.
   Si D. Carlos Marx viviese en esta época no dudaría en calificar el fútbol como el nuevo opio del pueblo. Una droga que como las otras hace enriquecerse a unos pocos gracias a la adicción  (y el papanatismo),que provoca en muchos. Sólo que ésta es legal.