ESTELAS

Tarde ventosa

Más altas que los cirrus

Estelas de avión

   Los reactores en su vuelo no dejan precisamente un rastro de agua de rosas. Vapor de agua, anhidrido carbónico, Óxidos de azufre y de Nitrógeno hollín y micropartículas metálicas es el rastro que queda detras de ellos después de quemarse el queroseno en sus motores.

   Lás partículas actúan como núcleos de condensación y permiten que el vapor de agua se condense en forma de cristalitos de hielo debido a las bajas temperaturas (-60ºC) que reinan a diez o docemil metros de altura.

   El resultado, si hay suficiente humedad, es una  larga estela que se va difuminando con la ayuda del viento.

Siempre me han llamado la atención estas estelas que cruzan el cielo y que a veces crean curiosos efectos sobre las nubes, o el viento deforma caprichosamente. Son para mí la viva, (y tóxica), estampa de la transitoriedad de todo. Su poca duración a pesar de  la  aparente consistencia debería recordarnos que todo, empezando por nuestra vida, pasa fugaz, muy fugazmente.

... y así debería mirar el mundo temporal del ego:

Como una estrella que cae o Venus  velado por el alba

Una burbuja en una corriente,un sueño

La llama de una vela que chisporrotea y se va

                                         Sutra del Diamante

... y una estela de reactor que se desvanece por el viento, (añadiría yo)