Nube y Agua

Nube y Agua
El desapego de las nubes...la humildad del agua

viernes, 18 de marzo de 2016

La Revoución necesaria






    Debe ser el ego, pero tenemos la manía de tener razón, de convencer a los demás de que nuestro punto de vista es el correcto y ellos están equivocados. Cada vez que  en una conversación aparece un tema opinable, como la religión, la econonomía, la política... etc nuestra afabilidad y la de nuestros contertulios se esfuma y entramos en "modo fiera". Procuramos por todos los medios, (la razón y la fuerza), convencer a los que no piensan como nosotros, al mismo tiempo que ellos intentan lo mismo pero endirección contraria. Por nuestra parte nos cerramos a cualquier argumento que utilicen, no vaya a ser que nos convenzan y "nuestro" punto de vista esté equivocado, lo cual sería catastrófico para nuestro ego, tan perfecto él.
    Con los años voy descubriendo lo absurdo de estos combates dialécticos. Hay gente que aunque le pongas cientos de argumentos, de estudios, de documentación no están dispuestos a cambiar de opinión.Cambiar de opinión supondría una derrota y tener que tirar por la borda gran parte de su vida. Un tema típico es el del calentamiento global. Sus efectos no se aprecian de una forma clara por el ciudadano medio, sobre todo el urbanita. Como consecuencia de nuestros miles de años por la sabana africana, donde podíamos ser comidos al menor descuido hemos desarrollado mecanismos de que nos permiten detectar cambios en nuestro entorno cercano y en el presente con el fin de ponernos a salvo lo antes posible. Lo que pasa lejos, o a una velocidad planetaria, no somos capaces de verlo como amenaza. De la misma forma que no somos capaces de apreciar el movimiento de la aguja que marca las horas en un reloj, no apreciamos los cambios medioambietales, aunque a escala planetaria sean tremendamente rápidos. No somos capaces de detectar el daño que sufren nuestros órganos al fumar un cigarrillo o respirar miles de veces cada día una atmósfera contaminada, en cambio si metemos la mano en un enchufe... ya no la meteremos más.

    A lo que iba. El hombre como dice Pedro Jara, en su libro "Adicción al pensamiento" más que racional es racionalizador y procuramos racionalizar como podemos nuestros instintos más básicos para que no desentonen en un "ser racional". Cuando se discute sobre el calentamiento global se está utilizando la razón para discutir contra instintos básicos del ser humano, (comodidad, codicia, afán de superioridad...), que se visten de pretendidos argumentos racionales acompañados de una ignorancia supina en el tema.:  " muchos científicos no están de acuerdo con la teoría del cambio climático", cosa que es totalmente falsa, pero que los medios casposos le repiten hasta la saciedad, o éste otro "Calentamiento?, ¡Pues fuera está nevando!" (Donald Trump). En el fondo lo que pasa es que asumir la realidad del cambio climático, supone una gran modificación de nuestros hábitos de vida en el sentido de privarnos de muchos caprichos que ahora llamamos necesidades.

   Pero siempre estamos con la manía de la culpabilidad de los "otros" ¿y nosostros, es que somos perfectos? Muchas veces esa obsesión por cambiar a los demás me parece que esconde la frustración de no querer cambiarnos a nosotros mismos, cuando si tenemos algún poder, es precisamente sobre nosotros mismos , ( y no parece excesivo). Es más cada vez tengo más claro que si cambio yo, todo lo de "fuera" también cambia, (¡y de paso se discute menos, con lo que se ahorra un montón de energía que se puede invertir en nuestro propio cambio). La primera revolución que hay que hacer, si es que queremos cambiar el mundo, es la revolución en nosotros mismos. 
  
    
    El sufí Bayazid dice acerca de sí mismo:De joven yo era un revolucionario y mi oración consistía en decir a Dios: "Señor, dame fuerzas para cambiar el mundo".
   A medida que fui haciéndome adulto y caí en la cuenta de que me había pasado media vida sin haber logrado cambiar a una sola alma, transformé mi oración y comencé a decir: ‘Señor, dame la gracia de transformar a cuantos entran en contacto conmigo. Aunque sólo sea a mi familia y a mis amigos. Con eso me doy por satisfecho‘.
»Ahora, que soy un viejo y tengo los días contados, he empezado a comprender lo estúpido que yo he sido. Mi única oración es la siguiente: ‘Señor, dame la gracia de cambiarme a mí mismo‘.
»Si yo hubiera orado de este modo desde el principio, no habría malgastado mi vida.»

 La primera vez que leí las palaras de Bayazid, me parecieron muy inspiradoras, pero no las apliqué. Con los años, como él, he caído en la cuenta de que sólo si cambio yo, cambia el mundo


   

4 comentarios:

  1. Cambiarse uno a sí mismo. ¿Crees que es posible? Cuando practicaba zen, un tiempo aspiré a cambiar, pero me enseñaron que eso era una ilusión si eso era fruto de la voluntad. Uno no debe practicar zen para ser mejor. Es una ilusión como otra cualquiera. El cambio, por contra, es incesante. Sucede simplemente y de modo inconsciente. Todo está en proceso de cambio. No debemos aferrarnos a una idea de ser mejores. He pasado buena parte de mi vida intentándolo, pero ya no lo intento. Tal vez he cambiado, pero no sé.

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  2. De acuerdo. La práctica del zen es sin objetivos. Además ¿quién cambia?. Más que cambiar diría que es un proceso de des identificación con el ego, que puede ser repentino y espectacular, pero en general no.
    Ser mejores ¿Para qué? Yo también he intentado ser mejor y es una pérdida de tiempo, entre otras cosas porque había que definir qué es ser mejor.Los preceptos éticos que hay en el zen no debeen ser aplicado como una normativa externa. Creo que más bien representan la forma en que actuaría un ser despierto, un buda y actuaría así sin ningún esfuerzo, naturalmente, de la misma forma que no nos cuesta ningún esfuerzo no meter los dedos en un enchufe, una vez que nos ha dado la corriente.
    Lo que si he visto es que mucha gente, yo entre ellos, se empeña en cambiar el mundo en cambiar a los demás y en cambio colecciona en sí mismo lo que critica en el mundo y en los demás.
    Bien dices que no hay que cambiar nada, simplemente hay que "ver" y me parece que cuando se ve se da uno cuenta de repente o poco a poco que todo "es tal cual es" Posiblemente ese sea el cambio... ¿de quién?
    Un abrazo
    j

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  3. Los cambios se llevan a cabo desde el interior de cada individuo, de acuerdo, pero por eso las grandes conquistas llevan más de una generación.

    Un saludo

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