Nube y Agua

Nube y Agua
El desapego de las nubes...la humildad del agua

domingo, 6 de diciembre de 2015

Siguen las calmas...

Casi sin viento.
Navegando sin prisa...
y sin destino

Cae la tarde 
¡Que dure un poco más
esa brisilla!

2 comentarios:

  1. Desconozco lo que es navegar con tu propio barco de vela así que no puedo saber qué se siente. Sin duda debe ser algo repleto de dicha para el navegante. Conozco el mar desde la orilla y me gusta mucho. Me gustaría vivir en una casa desde la que se viera el mar, pero es imposible. No voy a pensar que me toca la lotería. Ja. Y ya es tarde para empezar a aprender a navegar. Eso hay que mamarlo desde la niñez o así. Tú eres muy afortunado por tu práctica velera. El mar. Esa criatura enigmática. Como el fuego. Son dos de mis sueños. Ver el atardecer desde mi casa sobre el mar y tener una chimenea. El mar y el fuego.
    No he dicho nada de tus haikus. Me gusta más el primero que el segundo.

    Saludos.

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  2. Bueno, lo de que barco sea propio o ajeno influye muy poco en la satisfacción. En cualquier caso, es un sensación difícilmente expresable, al menos para mi, pero en cualquier caso siempre tremendamente intensa. Si hay viento, el poder gestionarlo con las velas,procurar sacarle aunque sea una décima de nudo más. Si no, simplemente flotar o acceder aunque sea a motor, sin prisa,a lugares que habitualmente no se llega. Otras veces hay exceso de mar y de viento. Entonces uno se da cuenta que no se deben cometer errores y se afina la atención, la "presencia". Navegar, ( no moverse por el agua) implica coordinar ciertos conocimirntos, prestar atención a los signos y detalles, sobre todo cuando la situación es dura y eso hace que cada momento se viva más intensamente, sobre todo cuando vas sólo.
    Pero vamos, cuando quieras lo puedes experimentar...pa eso estamos
    Un abrazo

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