¡Qué cielos! ¡Y que contraste con las amapolas -de las que cada vez se ven menos! Bellas imágenes combinadas con haikus, ciertamente de buena factura, tienen ese sabor sin sabor de la poesía zen.
Muchas gracias! La verdad que las amapolas se ven meno. Hay que ir a campo abierto, con poca urbanización , al igual que los cielos y horizontes, ocultos por edificaciones. El alma se ensancha en estas situaciones. Un abrazo!
¡Qué cielos! ¡Y que contraste con las amapolas -de las que cada vez se ven menos! Bellas imágenes combinadas con haikus, ciertamente de buena factura, tienen ese sabor sin sabor de la poesía zen.
ResponderEliminarMuchas gracias!
EliminarLa verdad que las amapolas se ven meno. Hay que ir a campo abierto, con poca urbanización , al igual que los cielos y horizontes, ocultos por edificaciones.
El alma se ensancha en estas situaciones.
Un abrazo!