Nube y Agua

Nube y Agua
El desapego de las nubes...la humildad del agua

miércoles, 24 de febrero de 2021

El último sol...


    Caminar solo. A veces necesito materializar esa "soledad acompañada" que siento, estando "físicamente sólo". La soledad "física" no corroe, al contrario. Andar por el campo, por caminos donde no pase mucha gente, (¡difíciles de encontrar ahora...!). Encontrarme con algún conejo que cruza asustado o escuchar el "morse" de las tórtolas: raya, raya, punto. Es un silencio un tanto asilvestrado pero libre de ese lenguaje insultante, provocador que vemos en los noticieros  y que luego reproducimos nosotros en familia, con los conocidos, (casi no tengo lo que considero amigos ya...), cada vez que hablamos de política, porque, todo ya es política...

   La naturaleza, ajena a este ambiente enrarecido, continua perseverantemente sus ciclos y los frutales empiezan a florecer. ¿Hay algo más prometedor que un frutal en flor? Y sigo preguntando ¿  hay algo más maravilloso que  este proceso? Cada vez que me encuentro frente a un almendro no puedo evitar pararme pasmado ante la delicadeza de sus flores y sus hojas incipientes. Creo que el hecho de estar solo me hace disfrutar más del espectáculo. Me cuesta encontrar a alguien con quien compartir no ya el espectáculo, que es público, si no la emoción que me genera. Entonces, mejor solo, pienso.

   La tarde de febrero va terminando. La luz del sol poniente se abre paso entre dos nubes, como un último esfuerzo de éste para mejorar más aún a la flor más alta de un almendro, que queda iluminada en solitario.

Vuelta casa.
En la flor del almendro
 el último sol.

   Al mirar a poniente, aún me da tiempo a ver, entre las nubes del horizonte, ese sol rojizo que ha generado un haiku. La estela de un reactor me llama la atención. Antes se veían muchas. Con la pandemia son un espectáculo muy raro. Para que algo se convierta en espectáculo, parece ser que tiene que ser raro... No es precisamente agua de rosas de lo que están hechas, pero dibujan unas líneas más o menos anchas, más o menos difusas que parecen fijas, pero que, como todo, se van transformando y perdiendo su identidad. Me producen nostalgia, nostalgia de tantas cosas...


 Tarde de invierno.

La estela de un avión 

que se deshace...

   Apresuro el paso antes de que oscurezca del todo, con las pilas algo más cargadas y agradecido por estos espectáculos gratuitos


   

9 comentarios:

  1. Lo mejor de la vida no tiene precio, solo se necesita cierta sensibilidad , sin distinción de edad, para apreciarlo.

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    1. Efectivamente. El precio es una valoración atificial que no tienen nada que ver con su verdadero valor

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  2. Ciertamente la realidad mundana resulta ajena a bastantes seres humanos.

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  3. Sí, ciertamente, el ambiente político está enrarecido y yo diría que envenenado, pero cuando salimos a la naturaleza, el bosque, el monte, la ribera del mar parece que se disuelve todo en la armonía de las flores, los almendros, el trino de los pájaros -cada vez más escasos-, la prefiguración de la primavera. Uno a veces se siente absorbido por la toxicidad del presente y comete el error de querer hablar de ello: pierde amigos. La política ocupa todo, como bien dices. Mañana saldré a primera hora a recorrer los caminos y haré una caminata lejos de estos vapores mefíticos de la realidad. Intentaré abstraerme de este país y sus pulsiones de guerra civil... Volvemos inequívocamente a cometer siempre los mismos errores, no aprendemos nunca. Me gustan los haikus. Un abrazo.

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  4. Más que la política, es una especie de guerra civil de baja intensidad, ( de momento). Un odio irrenunciable al que no piense como yo, animado por los profesionales del neuromarketing político. Salvo lo que comento aquí y en algunas redes evito totalmente comentar nada relacionado con política, o sea que no hablo o simplemente le doy la razón, (un prejuicio es como un clavo cuando más se golpea más se fija...)
    Me alegra que te hayan gustado los haikus
    Un abrazo

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  5. En estos momentos de tanta sensación de falta de seguridad, está bien entender que la naturaleza sigue en sus ciclos perpetuo, pasando olímpicamente de nuestras cuitas.

    Buen haiku. Un abrazo

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    1. Muchas gracias.
      Es que nuestras cuitas son,en general tan absurdas y artificiales...
      Un abrazo

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  6. La maravilla de la naturaleza que nos dice que todo sigue su camino y su ciclo , tu texto que lo describe y los haikus geniales que reflejanta bellas fotos!!. Besos

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    1. Muchas gracias hanna
      La naturaleza todos los días no manda mensajes...
      Besos y buen fin de semana

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