A las seis y pico de la mañana en el cielo ya las primeras luces del alba. Es facil toparse, ( ¡y arruinar en parte su trbajo!), en la semi-oscuridad, con la telaraña de un araña hacendosa que aprovecha estas horas de calma para tejer sus trampas.
Las flores de hibiscus aún están en "modo noche" , envueltas sobre sí mismas, desperezándose...
En un rincón donde llega poca luz destacan las flores de madreselva recién abiertas que ya están, tan temprano, perfumando sus alrededores sin importarles si hay alguien que pueda disfrutar de su aroma. Dan ganas de parar el momento para disfrutar de esos pequeños milagros que pasan tan desapercibidos.
Todo un día por delante. aún sin gastar...
Aún oscuro.
Sobre la piel el roce
de telarañas
Primeras luces.
Todavía cerrada
la florde ibiscus
En la penumbra,
el blanco de las flores
de madreselva
Maravilloso: me encanta el haibun, los haikus que lo acompañan y las fotografías. Merece la pena detenerse y disfrutar de momentos como estos. Gracias.
ResponderEliminarBesos.
Muchas gracias Leto!!!
EliminarBesos también para ti
j
Pensamientos preciosamente expresados.
ResponderEliminarSon momentos muy agradecidos.
Un abrazo
Muchas gracias Erna. El amanecer y el atardecer son para mi momentos muy mágicos. El primero por la ilusión y el segundo por la nostalgia
ResponderEliminarUn abrazo
j