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En mitad del Atlantico a bordo del Fortuna 2008 |
En hombre en el cual el Tao
actúa sin impedimento
no daña a ningún otro ser
con sus actos
y aún así no se considera "bondadoso", "manso"
El hombre en el que el Tao
actúa sin impedimento
no se preocupa por sus propios intereses
y no desprecia a aquellos que sí lo hacen.
No lucha por ganar dinero
y no convierte en virtud la pobreza.
Sigue su camino
sin apoyarse en los demás
y no se enorgullece de andar solo.
Mientras que no sigue a la muchedumbre
no se queja de aquellos que lo hacen.
El rango y la recompensa no le atraen
la desgracia y la vergüenza no lo desaniman.
No está buscando constantemente el bien y el mal,
deciciendo continuamente "sí" o" no"
Los antiguis decían por tanto:
" El hombre del Tao", permanece en el anonimato.
La virtud perfecta no produce nada.
"No ser" es "Ser de verdad"
y el más grande entre los hombre es nadie.
Chuang Tzu
Uff! Qué listón más alto, con lo que manda el Ego. Un saludo.
ResponderEliminarSi que manda sí
ResponderEliminarBss
j
Y "manda narices" que mande algo tanto que es ilusorio... Jejeje.
ResponderEliminarAbrazos _/\_
Buenísimo Unsui, todo una meditación y mucho para reflexionar
ResponderEliminarUn fuerte abrazo
Va mas alla; no puede ser de otra forma, TAO no le deja
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