Mariano se tumbó despacio en la camilla, por cierto muy cómoda. Ayudado por la enfermera, se remangó la manga izquierda de la camisa, extendió el brazo tal como le indicaron, mientras se dejaba llevar por la música, el "Moldava" de Smetana, que había solicitado al rellenar el formulario de entrada.
A su cabeza vinieron de repente y sin poder evitarlos tantos recuerdos...
Todo había empezado en el pequeño cuarto de estar de la casa de su hijo de 65 metros cuadrados, donde mal vivía desde que quedó viudo. Aunque había cotizado toda su vida laboral, no tenía derecho a ninguna pensión.El poco dinero que tenía ahorrado, más lo que le dieron por malvender su casa, se lo gasto en la atención a su mujer que contrajo Alzheimer, en un centro privado. La cada vez más reducida sanidad pública no atendía ya estos casos.
Desde que en 2011, aquel funesto Agosto se aprobó por los partidos mayoritarios en el Congreso de los Diputados la reforma de la Constitución, pagar la deuda soberana era prioritario, no había dinero para pagar las pensiones, (ni otras muchas cosas) y él era uno de los afectados. Su hijo le daba cobijo y procuraba alimentarlo.
Desde que en 2011, aquel funesto Agosto se aprobó por los partidos mayoritarios en el Congreso de los Diputados la reforma de la Constitución, pagar la deuda soberana era prioritario, no había dinero para pagar las pensiones, (ni otras muchas cosas) y él era uno de los afectados. Su hijo le daba cobijo y procuraba alimentarlo.
- Papá, yo no quiero ni mucho menos forzarte, solo quiero que te lo plantees. Que lo pienses. Tiene que ser tu decisión.
- Nosotros estamos encantados de tenerte aquí con nosotros, dijo intentando convencerse así mismo de lo que estaba diciendo.
Su nuera lo miraba expectante, pero sin abrir la boca.
- Yo creo que es lo mejor para todos, continuó.
- Tu sabes que con 1400 euros que sacamos entre mi mujer y yo es muy difícil sacar una familia adelante.¡ Tengo que pagar tantas cosas...! Además, en cualquier momento me pueden despedir y ya sabes que te dan tres mensualidades a lo sumo
Tu nieto debe tener una educación adecuada a los tiempos que estamos y el colegio me cuesta una pasta todos lo meses.
- Luego está lo tuyo...
A Mariano, le habían diagnosticado un cáncer de próstata. La sanidad pública no trataba -por ley- a los pacientes de más de setenta años de cáncer. Los tratamientos de quimioterapia y radioterapia eran tremendamente caros y los presupuestos - cada vez más exiguos- de la sanidad pública sencillamente no lo permitían. A nivel privado si existían esas terapias, pero había que pagarlas a su precio, pero ni Mariano ni su familia, se lo podían permitir.
- No querrás mal vivir estos últimos años de tu vida, con dolores, incontinencia... en fin hecho unos zorros. Nosotros no te podríamos atender ni podríamos contratar a nadie que te cuide...
Mariano seguía en silencio mirando al suelo...
- Además papá, insistió su hijo, ya más crecido, ¿qué quieres que te diga?, los 6.000 euros nos vendrían de perlas. Ya sabes lo que me cuesta pagar la hipoteca de la casa...
Su hijo saco un impreso del Ministerio de Bienestar Social. "Programa de Optimización de Recursos" decía el encabezamiento. Mariano hijo fue rellenando todos lo datos y al terminar se lo extendió a su padre con el bolígrafo...
- Anda papá, firma aquí. Tu sabes que es lo mejor para todos. Lo mejor para ti...¡ Imagínate a tu nieto en su puesto en el banco cuando termine sus estudios!
- Tú siempre nos dijiste que el bien común estaba por encima del bien particular...
Mariano tomó el bolígrafo con docilidad y a malas penas, porque las lágrimas que fluían dulcemente le emborronaban la vista, estampó su firma.
La música lo envolvía todo. De repente sintió un pinchazo en la vena. La enfermera acertó a la primera, se le notaba muy experimentada en estas lides. Casi no le dolió. Por un momento notó que algo que quemaba le subía por el brazo...y de repente ... nada
- Aquí tiene los efectos personales de su padre dijo la enfermera entregando una bolsa con la ropa de Mariano a su hijo.
- Se ha portado muy bien. Es todo un patriota. Y descuide, que no le ha dolido nada. En nombre del Ministerio le quiero dar las gracias por el ahorro que supone su actitud.
- Con este resguardo puede Ud. pasar por tesorería a cobrar el incentivo. Ya sabe de 10 a 12 de la mañana que es sólo cuando esta la chica, es que tenemos jornada reducida.
- Luego está lo tuyo...
A Mariano, le habían diagnosticado un cáncer de próstata. La sanidad pública no trataba -por ley- a los pacientes de más de setenta años de cáncer. Los tratamientos de quimioterapia y radioterapia eran tremendamente caros y los presupuestos - cada vez más exiguos- de la sanidad pública sencillamente no lo permitían. A nivel privado si existían esas terapias, pero había que pagarlas a su precio, pero ni Mariano ni su familia, se lo podían permitir.
- No querrás mal vivir estos últimos años de tu vida, con dolores, incontinencia... en fin hecho unos zorros. Nosotros no te podríamos atender ni podríamos contratar a nadie que te cuide...
Mariano seguía en silencio mirando al suelo...
- Además papá, insistió su hijo, ya más crecido, ¿qué quieres que te diga?, los 6.000 euros nos vendrían de perlas. Ya sabes lo que me cuesta pagar la hipoteca de la casa...
Su hijo saco un impreso del Ministerio de Bienestar Social. "Programa de Optimización de Recursos" decía el encabezamiento. Mariano hijo fue rellenando todos lo datos y al terminar se lo extendió a su padre con el bolígrafo...
- Anda papá, firma aquí. Tu sabes que es lo mejor para todos. Lo mejor para ti...¡ Imagínate a tu nieto en su puesto en el banco cuando termine sus estudios!
- Tú siempre nos dijiste que el bien común estaba por encima del bien particular...
Mariano tomó el bolígrafo con docilidad y a malas penas, porque las lágrimas que fluían dulcemente le emborronaban la vista, estampó su firma.
La música lo envolvía todo. De repente sintió un pinchazo en la vena. La enfermera acertó a la primera, se le notaba muy experimentada en estas lides. Casi no le dolió. Por un momento notó que algo que quemaba le subía por el brazo...y de repente ... nada
- Aquí tiene los efectos personales de su padre dijo la enfermera entregando una bolsa con la ropa de Mariano a su hijo.
- Se ha portado muy bien. Es todo un patriota. Y descuide, que no le ha dolido nada. En nombre del Ministerio le quiero dar las gracias por el ahorro que supone su actitud.
- Con este resguardo puede Ud. pasar por tesorería a cobrar el incentivo. Ya sabe de 10 a 12 de la mañana que es sólo cuando esta la chica, es que tenemos jornada reducida.